12 Jun, 2012

El debate del 9.

El fútbol es un deporte tan maravilloso que permite dar la razón a dos posturas enfrentadas. Hasta las orillas del Báltico, llega la discusión. Se confirma que cada español, sobre todo si es periodista, lleva un seleccionador dentro que, además, sabe más que el propio Del Bosque.

Hemos llegado a escuchar de una lengua suelta que España jugó como nunca entrenó, lo que confirma que hay personas que no ven los entrenamientos y, si los ven, no los entienden. España goza de un abanico de posibilidades amplísimo, que le permite jugar con delantero centro estático o irrumpir por sorpresa desde medio campo. (Domingo Balmanya dixit). Disponemos de cartuchos para jugar como queramos, lo que no implica que siempre juguemos bien o acertemos. Sin embargo, ante una gran Italia, competitiva y experimentada, tetracampeona del mundo, alejada del catenaccio y tras una nueva identidad, Del Bosque optó por una idea bien fundamentada. De hecho, el gol llegó gracias al falso 9, que hizo de verdadero 9, ante la mirada atónita de los que reclamaban otro tipo de 9. Luego, salió Torres, el 9, pero no consiguió su fin. De haber marcado, aquí no habría más debate aunque ya se sabe que Vicente no da titulares pero abre polémicas.

Defiendo el planteamiento. Sesenta por ciento de posesión. Tenía una base razonada. Merecimos la victoria y mantengo la esperanza con Torres, que me encanta, o cualquier otro, porque confío en Vicente del Bosque, lo veo trabajar cada día y sabe mejor que nadie lo que tiene que hacer y por qué.