19 Ago, 2013

La mejor Liga del mundo (II)

Mi modesto artículo del pasado sábado ha levantado ampollas en Twitter al
afirmar que tenemos la mejor liga del mundo, por su competitividad, por
sus actores, sean futbolistas, árbitros  o entrenadores,  y por la
incertidumbre de muchos de sus resultados en la clasificación. Es elogioso
llegar a última jornada con plazas europeas sin decidir y descensos con
opciones de ser eludidos.  La respuesta fue inmediata  y poco menos que
debí  pasar el fin de semana internado en un centro psiquiátrico porque
los horarios y los precios son una locura.  No les falta razón pero
tampoco derrumban mi opinión.

Se quejan de no poder planificar sus viajes, como los ingleses, por los
horarios y del precio de las entradas, fuera del alcance  de sus modestos
bolsillos. Cierto. Los precios ya están bajando  y, respecto a los
horarios, poco arreglo veo. La potestad para fijarlos corresponde a la LFP
pero el operador,  que paga cientos de millones de euros,  decide y punto.
También les digo que, si no abonase esas cifras, no habría fútbol
profesional.

Otra cuestión es el reparto de esos ingresos, materia reservada a los
clubes y a la LFP. Los desequilibrios nunca resultan positivos pero en los
negocios no mandan los hombres de fútbol sino los negociadores. Cuando
defiendes derechos desde un club grande, quieres lo que produces y, cuando
eres modesto, menos diferencias.  Les corresponde a ellos ponerse de
acuerdo y recortar distancias. No pueden vivir los unos sin los otros y
ninguno de ellos subsistiría sin el fútbol base, al que muy pocos miran de
frente aunque todos presumen de cantera.