Llegó a las instalaciones de la North West University con vestimenta deportiva, aire informal y desenfadado, el semblante abierto a una sonrisa cómplice. Su voto resultó decisivo para que la Copa del Mundo viniera a Sudáfrica. Es presidente de la RFEF, vicepresidente de la FIFA y de la UEFA, presidente de la Comisión Mundial de Árbitros y una referencia para todos los dirigentes del fútbol en el mundo entero. Su palabra preferida, humildad. La repite treinta veces en esta conversación.
– ¿Por qué su interés y su voto para la elección de Sudáfrica para el Mundial 2010?
– Personalmente, me parecía justo que este continente organizara un Mundial. Luchamos para que el fútbol transmita la solidaridad a todos los niveles. Este país está demostrando que puede con el esfuerzo organizativo que se le encomendó y yo me alegro porque, sinceramente, lo merecen. Han hecho muchos esfuerzos y muy grandes para ello, se han comprometido y han cumplido. Sudáfrica es un país maravilloso. El Mundial acaba de empezar y tanto la organización como su desarrollo están cumpliendo las altas expectativas del Comité Organizador. En mi opinión, van a organizar el mejor Mundial de la historia. No se les puede pedir mejor recibimiento, mejor trato, mayor hospitalidad, se están volcando para ayudar a todo el mundo en todo lo que necesitan.
– Los arbitrajes, hasta ahora, están a buen nivel.
– Ayer estuve con los árbitros en Johannesburgo, saben muy bien sus obligaciones, son conscientes de lo que significa pitar una competición de este alcance. Y, ¿sabe para qué fui? Para felicitarles, porque su labor es muy compleja y sabemos que lo sacarán adelante. Son muy buenos. El nivel es altísimo.
– Háblenos de la Selección, de La Roja. ¿Cómo se ha planificado esta pretemporada previa al Mundial?
– Siguiendo el criterio del cuerpo técnico, de la dirección deportiva, del seleccionador, aclimatando al equipo en la temperatura y la humedad, alternando la altitud y el nivel del mar, buscando rivales adecuados y tratando de que las instalaciones de Potchefstroom fueran las más adecuadas para cubrir las necesidades de entrenamiento, convivencia y trabajo. Y creo que se está consiguiendo. La residencia es amplia, cómoda, cuenta con los campos necesarios, todos muy cuidados, estamos en una zona universitaria donde el deporte se vive al máximo y todos ellos están contentos. Podíamos haber elegido otros muchos lugares de Sudáfrica pero estamos felices aquí. Y agradecidos.
– La Liga ha terminado muy tarde, la Copa también. ¿Vienen con un esfuerzo suplementario?
– El fútbol vive de las competiciones nacionales de cada país, de la liga y de la Copa del Rey, que es más antigua que la liga pues nació en 1903. La base del fútbol reside en las competiciones nacionales de todas las categorías. No podemos recortarlas porque son el sustento de nuestro deporte.
– ¿La Selección Española viene del éxito de las categorías inferiores?
– La base está en las competiciones de las categorías inferiores y en las profesionales, en todas las nacionales. Y la Federación trata de cuidar a todos los futbolistas desde la primera edad. Le hemos dado mucha importancia al trabajo de base, hemos obtenido muy buenos resultados. España ha ganado muchos títulos europeos y mundiales en infinidad de torneos con las selecciones de menor edad. Los futbolistas se van conociendo, van coincidiendo, se crea una relación muy buena entre ellos. Estamos contentos. Y ellos también, muchos son amigos desde hace diez años.
– Si se gana será un éxito. Si se pierde, ¿será un fracaso?
– He tenido mucho tiempo para reflexionar sobre la ilusión que hay porque la Selección Nacional gane el Mundial. Pero ningún equipo tiene garantizado conseguirlo. No ha hecho más que empezar y ya ve que no está siendo fácil para nadie. Ser favorito no implica que vayas a ganar. Sí creo que es la primera vez, que yo recuerde, que ganamos todos los partidos previos a la fase final del Campeonato y me parece un buen síntoma. La palabra fracaso es para aquellos que creen que sólo vale ser primero. Por eso hay quien tilda la liga española de competición a la escocesa, porque creen que sólo sirve el primer puesto y no es verdad. Es problema de ellos pensar así, el fútbol exige mucho más que un primer lugar, se trata de una competición con treinta dos países entre los que está España. Llegar a estar aquí ya es un éxito. Por lo tanto, si alcanzar una clasificación para una fase final es un éxito, ¿quién puede hablar de fracaso? Vamos a luchar, los futbolistas, el cuerpo técnico, todos, vamos a luchar por llegar lo más lejos posible y, si ganamos, extraordinario. Ganar una Copa del Mundo es muy difícil, muy pocos países lo han logrado, sólo siete selecciones. No se puede hablar de fracaso. Y, por supuesto, cualquier resultado bueno es un éxito.
– ¿Qué les ha dicho en la comida?
– Ellos saben su situación, son excelentes profesionales, están bien preparados, tienen ante sí una competición excepcional. No se les puede decir nada, salvo que sean humildes. Sin humildad no se gana nada, ni un Mundial ni nada. Y menos en el fútbol, que es un deporte en el que cualquier equipo puede ganar a cualquiera. A este grupo hay que decirle pocas cosas, las saben. Se llevan muy bien entre ellos, son grandes chicos, hay una extraordinaria relación entre todos ellos, no hay que decirles mucho. Sólo transmitirles el afecto y el cariño de todos.
– Si pudiera elegir hoy, ¿preferiría ganar el Mundial de Sudáfrica o que nos concedan la organización del de 2018?
– Las dos. Sin embargo, tengo que decir que la vida me ha enseñado a vivir el momento presente. Ahora tenemos el Mundial de Sudáfrica, vamos a esperar, vamos a hacer todo por quedar lo mejor clasificados que podamos y después ya habrá tiempo para pensar en lo demás. De cualquier forma, ambas cuestiones resultan difíciles.