La vela española goza de especial predilección por Galicia. La presencia permanente del Rey en las competiciones náuticas convierte el mar en noticia constante. El Monte Real Club de Yates de Baiona está considerado como el club más antiguo de España y la sabiduría y capacidad de sus profesionales han quedado patentes un año más en la Regata Príncipe de Asturias. El presidente Rafael Olmedo lleva treinta años al frente con una excelente organización interna y ha dado crecientes muestras de saber mandar y, al mismo tiempo, de saber escuchar y delegar.No en vano fueron ellos quienes inventaron la publicidad para la vela. Por eso, entre otras cosas, el Mediterráneo siente envidia de Galicia, donde la vela debe unirse para caminar todos en una misma dirección. Y digo todos en referencia a todos los clubes náuticos de la Comunidad. Olmedo y un equipo integrado por Alfonso Paz Andrade, el comodoro Estanis Durán, José Manuel Piñeiro, Carlos Soto, Jacobo Fontán ( de los Fontán de toda la vida), y Rafael Barreras han hecho que la regata de Baiona se haya puesto al frente de todas con un seguimiento informativo espectacular. Tuve el honor de cerrar el acto de la entrega de premios con el agradecimiento a todos los participantes y añadí que Baiona era un marco incomparable. Y fue la voz de Su Majestad la que resonó en la carpa afirmando: “Baiona no es incomparable, es única”. Esas palabras del monarca definen bien a las claras que las cosas bien hechas repercuten en quienes las viven y las llevan a cabo. La presencia del Rey en Galicia, que este año ha sido intensas por otras causas, concede a las tierras del sur una satisfacción indescriptible. Como lo será en Sanxenxo el próximo fin de semana. El mar, tan común a todos los gallegos, debe servir para unir los intereses del norte y el sur. Rafael Olmedo tiene la llave. Y ya lo dijo Don Juan Carlos: Baiona es única.