14 Jun, 2006

La obsesion de Javier Tebas

Javier Tebas Medrano, vicepresidente de la liga Profesional de Fútbol, ha sufrido un severo reproche penal por parte de la Magistrado-Juez Sustituta del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Dª Josefina Molina Marín. En el auto dictado con fecha diecinueve de mayo de 2006, se dice que “entendemos que la pretensión esgrimida por la acusación particular en el estado actual de la investigación judicial, resulta totalmente infundada, conforme hemos expuesto, por lo que se hace merecedora por su evidente temeridad de la imposición de las costas de este trámite procesal”.

La historia se inicia cuando la liga Profesional, por medio de Javier Tebas, se persona en la causa contra determinados directivos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Desde hace casi tres años, el vicepresidente de la liga inició una cruzada contra Ángel María Villar y su equipo directivo presentando ante el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid abundante documentación acusatoria contra los administradores de la RFEF. Entre estos documentos se encontraron algunas falsificaciones, tales como una nómina del presidente por la que pretendía probarse que cobraba un determinado salario cuando lo cierto es que Villar jamás ha estado en nómina de la entidad federativa. Por aquel entonces, Javier Tebas justificó la existencia de pruebas falsas aduciendo que “eran papeles que le dejaban en el buzón de su casa”. En su obsesiva conducta contra la RFEF, Tebas solicitó hace un mes y medio la prisión preventiva para Juan padrón y José María Castillón, vicepresidente económico y administrador general de la Federación, respectivamente, tras conocerse un Anteproyecto de Informe del Tribunal de Cuentas que revelaba determinadas anomalías en la contabilidad federativa y que aún hoy se encuentra en fase alegaciones. La Magistrado-Juez explica en el auto que no se dan las condiciones necesarias para la aplicación de la prisión preventiva a dos personas de 72 años y le recuerda al acusador que ni hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas ni de obstrucción a la labor de la justicia ni de causar daños a los presuntos damnificados.

El reproche penal a Tebas deja bien a las claras la “evidente temeridad” de su actuación que, por otra parte, no esconde sino la clara instrumentalización de la justicia con el fin de poder airear en los medios de comunicación una solicitud de prisión que conllevaría necesariamente una enorme alarma social. Esta conducta resulta ya habitual en el conflicto que mantiene la candidatura derrotada en las últimas elecciones a la presidencia de la RFEF sin que hasta la fecha se haya pronunciado ningún juzgado en contra de los actuales directivos federativos.