15 Ago, 2010

Rafael Olmedo y el MRCYB

El viernes se celebra el homenaje al presidente del Monte Real Club de Yates de Baiona. Treinta años al frente de una entidad deportiva y de marcado realce social no se cumplen todos los días. La presidencia de Rafael Olmedo obedece a una elogiable estabilidad entre los miembros de una directiva marcada, fundamentalmente, por la amistad y el buen ambiente que generan y disfrutan. Son pocos pero están bien escogidos y hay que aplaudir que, durante tres largas décadas, la vela de Galicia haya encontrado en el Monte Real el escenario y la organización más envidiables del panorama español. El mayor hito de Olmedo, a mi modesto entender, se produjo al convertir al Monte Real en el primer desafiante de la Copa América. Esta competición, llamada de las Cien Guineas, mutó su nombre porque la primera embarcación vencedora fue la goleta “América”. Rafael Olmedo planteó su reto desde la réplica de ese barco, el “América” de Ramón Mendoza, socio también del Monte Real. No se conoce ningún caso en España, ni creo que lo haya fuera de ella, como liderar una institución tantos años gozando del cariño, del afecto y del elogio a la tarea profesional. El club se ha convertido en una referencia constante dentro del complejo entramado de la vela nacional e internacional y ha sabido situarse al frente de Galicia y de España. El Monte Real es un club vivo, bien trabajado, bien gestionado y bien relacionado. Por eso, resulta más gratificante la estabilidad conseguida y el respeto alcanzado en los últimos años. Baiona, de quien SM El Rey dijo no hace mucho que era un lugar único, luce una gestión deportiva e institucional que mantiene sus conceptos fundacionales y el espíritu del deporte los deportistas. Alfonso Paz-Andrade, Estanis Durán, Jacobo Fontán, José Manuel Piñeiro, Rafa Barreras, Carlos Soto y los socios pueden sentir el orgullo de las cosas bien hechas. Una maravilla para olmedo que, mañana, cumple 88 joviales primaveras frente al mar más bello.