8 Ago, 2004

Los valores Humanos y el dinero

Los grandes de nuestra liga se van a hacer las Asias igual que antaño los españoles emigrábamos a Cuba, Argentina o Venezuela a hacer las Américas. Desde que FP descubrió Japón, el Madrid ha enamorado los países orientales como si de un Colón futbolero se tratase. Sin llegar al argumento esgrimido por quien fuera ilustre alcalde de Vigo, don José Ramón Fontán, que afirmaba que Colón era gallego, no sabríamos descubrir más allá de lo mercantil ningún otro motivo para que Madrid, Valencia y Barcelona recorran el mundo del uno al otro confín. Florentino ha descubierto el yen y el yen ha descubierto a Florentino y a sus colegas, que no son gallegos como el Colón de Fontán. Dinero llama a dinero. Mientras tanto, los chicos de la sub-19 nos regalaron los ojos y el buen gusto, eso sí, mucho más cerca de casa y con mucha ilusión. El trabajo que la Federación Española invierte en el fútbol base se desmorona cuando llega el mundo profesional. Los chavales sienten la camiseta con tanto amor como nuestro entrañable Julio Casabella sentía la de su Madrid de Bernabéu. Julio, antes de que su corazón dejara de latir, nos ha dejado lecciones de amor. El equipo sub-19, el de Sáez y Ufarte, aportó el amor por las cosas bien hechas, la dedicación, la humildad, el sacrificio, el orgullo solidario. Y eso nos han llevado a disfrutar de otro título europeo. ¿Por qué España nunca gana nada? No es verdad. España gana muchas cosas, ofrece el mejor palmarés de los últimos veinte años en las categorías inferiores pero no domina lo profesional. La Federación es responsable del fútbol base y ahí se advierte que se ha trabajado con acierto porque, además, arrasamos. ¿Por qué? Porque hay valores en el fútbol que son universales, los mismos que defendía Julio Casabella desde hace cincuenta años, los que defendieron los chicos de La Roja en Suiza hace unas fechas. Son los valores perdurables, los valores humanos aplicados al deporte, en este caso, al fútbol. El género humano y sus valores unidos por una hermosa y grisácea pelota. Gol.