9 Sep, 2003

Nuevos aires para el Valencia

Me pregunto qué pecado mortal habrá cometido la afición del Valencia para sufrir el calvario que está viviendo desde hace meses. Nunca ganar una liga ha resultado tan negativo y tan desastroso como el triunfo valencianista en 2002. Aquella victoria, conveniente y justamente festejada, tapó todos los agujeros, escondió todos los defectos de una gestión desastrosa y maquilló otros resultados que viene conduciendo al Valencia a la ruina económica y la guerra social. No se han conformado con partir el accionariado de la forma brutal, agresiva y violenta con la que lo han hecho, no les ha bastado pelearse en público y en privado para comprar votos y alquilarse la presidencia, ni les resulta suficiente con enturbiar el ambiente a base de reyertas callejeras entre los principales responsables de las parcelas de decisión. Jaime Ortí parece el Monchito de José Luis Moreno, al que alguien le mete la mano por la espalda y le mueve la boca mientras dice lo que hace al caso. Suso García Pitarch parece haberse metido en dirección contraria al entrenador, como un piloto suicida. Y Benítez ha arrojado al infierno a futbolistas del nivel de De los Santos, Carew o Juan Sánchez, todo un emblema del valencianismo. ¿Caben más errores en menos tiempo? ¿Se puede hacer peor las cosas partiendo de un título de campeón de la mejor liga del mundo y después de dos finales consecutivas de la Liga de Campeones?. Valencia es una gran ciudad que goza de una afición insuperable, un estadio impresionante, un ambiente espectacular y unos futbolistas extraordinarios. Sin embargo, los responsables del Valencia CF no saben hacer con todos esos mimbres un club grande. No saben. Sinceramente, creo que sobran y que hacen faltan nuevos aires a las orillas del viejo Turia antes de que todo arda como una falla en la nit del foc.