El pasado jueves, Ángel María Villar Llona fue reelegido para ejercer la presidencia de la RFEF. El respaldo asambleario resultó claro e indudable. Aún gozando de extraordinaria importancia este apoyo masivo del fútbol español, profesional y aficionado, debemos hacer mención especial al discurso de Michel Platini.
El dirigente francés pertenece a ese grupo de escogidos que subieron al Olimpo del fútbol en su época. Ahora, desde la presidencia de la UEFA, el segundo cargo más importante del fútbol mundial, vino a España para respaldar al presidente español. “Villar es el mejor dirigente deportivo del planeta”. Una frase digna de agradecer pero que fue superada por el elogio de los valores humanos del candidato reelegido: “Si en una batalla dentro del fútbol, cuento con el apoyo de Ángel, sabré que estamos en una causa justa y noble porque esos son los principios por los que se rige Villar”.
Desde 1988, he visitado países de medio mundo con el presidente de la Federación, y siempre pude comprobar que estas palabras de Michel Platini responden a un sentimiento internacional unánime de enorme respeto y excelente valoración, profesional y humana, hacia Ángel María Villar. Desde esa época, viene mi cercanía hacia él, que nunca fue ocasional ni pasajera ni interesada. El presidente de la UEFA también afirmó que “España es una tierra de vencedores”, como saben todos los franceses de bien.
Resulta gratificante que, desde cualquier federación del mundo, se aprecie el trabajo de Villar por el fútbol español e internacional y me pregunto si, alguna vez, se reconocerá en España. Empiezo a advertir que sí, que comienza a ser así.