16 Ene, 2012

Miguel Cardenal

El nuevo presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, es maratoniano antiguo, ama el fútbol y al Athletic, goza de un extraordinario sentido del humor y responde al grupo de personas regidas por principios morales y éticos, por su acreditada honorabilidad. Dedica su vida al estudio y a la docencia, al Derecho del Trabajo y al del Deporte, tan cuestionado éste por ignorantes como valorado por vanguardistas.

No es una estrella periodística, pero disfrutaremos de un secretario de Estado con espíritu legislador, innovador y reformista. Se enfrenta a una nueva ley del deporte, que actualizará España, y su retraso, y armonizará el deporte profesional: la «Ley Cardenal». Analizará reformas del RD 1006/85, de la legislación concursal y, seguramente, se quedará con las ganas de despublificar la disciplina deportiva.

Cardenal luce un carácter conciliador, aunque no le tiembla el pulso ante decisiones controvertidas. Encontraremos un doctor en Derecho, escritor, un verdadero catedrático de Universidad de los de antes; riguroso, abierto, exigente, amable, futurista y de prestigio excepcional.

Un maestro, dentro y fuera de las aulas, como aseveran quienes diariamente trabajan con él. Un pequeño detalle lo corrobora: mientras Soraya Sáenz de Santamaría anunciaba su nombramiento el viernes, Miguel Cardenal seguía recibiendo alumnos en su despacho y corrigiendo exámenes.
Creó, con Emilio García Silvero, otro jurista de consideración internacional al servicio de la RFEF, la Cátedra de Derecho del Deporte de la Universidad Rey Juan Carlos, facilitando el acceso a la formación con una acertada política de becas, proyectando esta disciplina emergente al alcance de cualquier economía.

Gratificante.

Rajoy y Wert han acertado de pleno. Un hombre de honor.