20 Ene, 2014

Barak Obama

No puede dejar de sorprendernos gratamente que el presidente de los Estados Unidos de América, el hombre más poderoso de la Tierra, el ojo que todo lo ve y el oído que todo lo escucha, haya preguntado al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, qué debían hacer los suyos para ganar la Copa del Mundo en Brasil. Lo que, en sí mismo, no pasaría de la categoría de simple anécdota encierra, sin embargo, algunas conclusiones que merece la pena resaltar.obama-rajoy

Obama sabe dónde queda España; cuenta con personas que le cuentan lo que aquí sucede; y, especialmente, sabe que somos Campeones del Mundo de fútbol. A mi juicio, todas ellas resultan cuestiones positivas. El fútbol ha hecho mucho por la marca España, ha contribuido a las buenas relaciones entre las ciudades y sus aficiones, nos relaciona con otros países, une como solo puede hacerlo un idioma universal, ha generado ilusiones, emociones y una gran escuela de valores que se aprecian en el resto del planeta. La imagen del fútbol español más allá de nuestras fronteras, representado por la Selección Nacional, ofrece virtudes como la planificación, el trabajo, la solidaridad, la generosidad, la estética de nuestro juego y la humildad.

Si, en verdad, el presidente Obama quiere que su país gane algún día la Copa del Mundo le bastará con aplicar ciertas lecciones, hacer algunas inversiones, elegir a las personas adecuadas y un poco de tiempo. Estados Unidos organizó un gran Mundial hace veinte años. Tuve la suerte de vivirlo de principio a fin. Si se proponen ganarlo, pueden conseguirlo. Tienen la receta.