15 Jul, 2014

“Cuentos y leyendas”, artículo escrito por Alfredo Plaza.

Recién acabado el Mundial y, por tanto, la temporada 2013-14, aunque el curso que viene se nos echa prácticamente encima, la cita brasileña nos deja varios cuentos y alguna que otra leyenda: Lionel Messi y la canarinha por un lado, Klose y la selección alemana por otro.alemaniacampeona2014

Admitiendo como estériles los debates sobre quién ha sido el mejor jugador de la historia, lo artificial de otorgar un balón de oro a un jugador cuando lo más honesto sería entregar uno por puesto en un deporte colectivo como este, es inevitable sentirse arrastrado por la polémica. Cuando se cita al rosarino como candidato a entrar en el Olimpo balompédico yo no tengo dudas: sin haber visto jugar a Di Stéfano ni a Pelé y muy poco a Cruyff, Messi le da unas cuantas vueltas a Maradona pese a que este tenga un mundial en su palmarés; por eso se me hace más chocante la decisión de la FIFA de concederle el oficioso título de mejor jugador del campeonato al futbolista con más talento de las últimas décadas, pero del que apenas habremos visto cuarenta y cinco minutos buenos sumando los siete partidos disputados con la albiceleste: no es que se estuviera reservando para el mundial, como decían desde Barcelona, es que ha sido una de las peores temporadas que ha realizado en su carrera aun habiendo marcado más de cincuenta goles: paradojas que solo generan los superclase.

No se sabe con certeza a quién ha vendido su alma Brasil, pero no deja de ser muy triste el papelón de la pentacampeona en un torneo que estaba configurado para ella. La vuelta de Scolari en 2012 y su victoria el año pasado en la Copa Confederaciones tejió un velo en los ojos de los aficionados que no querían darse por enterados del tipo de juego practicado por su selección: más les hubiera valido si aquel “a un centímetro de la gloria” no hubiese sido tatuado en la piel del chileno Pinilla, les habría ahorrado la humillación histórica de la semifinal ante Alemania; eso sí, han conseguido acabar con lo del Maracanazo aunque no exactamente como habían pensado.

Si alguna selección ha hecho honor a su potencial y a su historia esa ha sido Alemania, justísimos campeones y dignos sucesores de España con su versión del “tiki-taken”, como titulaba el lunes el diario 20 Minutos. El equipo teutón ha sido el único de los candidatos al trofeo que han practicado un fútbol fiel a lo mostrado en los últimos años, una evolución del siempre consistente juego germano con su tradicional poderío físico al que se ha sumado una mayor velocidad en la ejecución del mismo. Además, Miroslav Klose ha conseguido poner un broche de oro a su carrera deportiva al desbancar al brasileño Ronaldo como máximo goleador en la historia de los mundiales: aunque los dos goles marcados por el ariete de origen polaco no han resultado determinantes para el devenir del torneo sí le han permitido convertirse en leyenda de este deporte.

Confiemos en que en la próxima cita, la Eurocopa de Francia 2016 con nada menos que 24 selecciones en su fase final, nos permita una vez más desmentir el viejo adagio de Gary Lineker; hasta entonces, ¡felicidades Alemania!