8 Abr, 2015

Del Bosque y el periodismo reflexivo

El periodista alcanza su madurez cuando aprende a vivir con la soledad, a encontrarse a sí mismo dentro de ella, cuando es capaz de disfrutarla y de sufrirla hasta límites desconocidos. Hay un periodismo interior, más propio de la prensa, de lo escrito, y un periodismo externo, más habitual en los audiovisuales, más explosivo. En consecuencia, el segundo es menos reflexivo, más ligero que el primero. Quizá porque también es más urgente, más inmediato. Si nos atenemos al periodismo deportivo, en concreto, diríamos que lo escrito adquiere otra misión más analítica, más profunda, y los audios y videos, que fueron en su día radios y televisiones, se han tornado más espectaculares, más ligeros, más superficiales y, su cabe la buena intención, más frívolos, rozando en ocasiones lo friki.Vicente-Del-Bosque-Euro-2012-press_2780373

En España es tradición, tanto como la Semana Santa o más, hacer alineaciones como si fuéramos entrenadores, elaborar listas de convocados y somos expertos en hacer los cambios que, durante un partido, no es capaz de ver el entrenador al, generalmente, se tilda de amarrategui si es muy defensivo o de loco si gusta de jugar al ataque.

A Vicente del Bosque se le han cruzado todos los trenes que podrían haberlo atropellado.  Primero, se le cuestionaron sus convocatorias, después sus alineaciones, se crucificaron sus cambios y le explotaron en las manos las derrotas, todas las derrotas.

Es hora de acudir al periodismo reflexivo. Vicente ha conseguidos éxitos importantes con un equipo heredado de Luis Aragonés y que ha ido moldeando a su estilo. Así llegaron un Mundial y una Eurocopa para sumar a la del fallecido míster de Hortaleza. Hasta que la estructura básica se agotó, se fueron retirando Puyol, Xavi, Alonso, y tomaron otros destinos jugadores como Villa, alojados en un fútbol de casino. Por ello, hubo de iniciarse una transición que, en algunos casos, será compleja. Con el medio campo roto, la delantera ausente y la defensa en remodelación, la travesía del desierto delbosquiano se me antoja durísima. Primero, pidieron su dimisión y, ahora, se barajan nombres para sustituirlo, que es la segunda manera de pedir su cabeza. Las tertulias circenses estallaron, las redes sociales se incendiaron y el regreso de Brasil resultó ingrato.

Del Bosque carga con la responsabilidad de renovar todo el equipo para que esté en la parrilla de salida después de la Eurocopa. Si lo hace antes, habrá obrado un milagro propio del Domingo de Resurrección. SU contrato termina en Francia 2016 y lo cumplirá. El periodismo que sabe reflexionar y analizar en soledad, con razones cartesianas, sabe que es nuestra única esperanza. Contra el griterío estridente de los cómicos, es hora de anteponer la filosofía de la sensatez aunque no ofrezca espectáculo. Ello no exime de críticas y discrepancias abiertas y claras, producto del análisis sereno, pero no nos conducirá a llenar de sangre el entorno de la Selección que tenemos.