16 Oct, 2014

La diana de todas las flechas

Ha sido difícil digerir para algunas personas que la Selección alcanzara tantos éxitos en tan poco tiempo y que lo hiciera, además, jugando al fútbol como los ángeles. Fue, especialmente, algo doloroso que lo consiguiera de la mano de dos entrenadores peculiares en sus modos de entender el balompié y en sus conductas frente a la galería y ante los vestuarios.2rfef

Si compleja era la personal cultura de Luis Aragonés en el trato a los futbolistas, siempre de usted, marcando territorio y distancia, arengándolos con frases no siempre aplaudidas o bien entendidas, tan compleja parece también a la hora de aceptar la metodología de Vicente del Bosque, siempre correctísimo, amable, educado, prudente, discreto, en un segundo plano y concediendo el protagonismo al jugador.

Desde lejos y desde fuera, podría parecer que uno era duro y el otro de perfil bajo pero ambos contaron con el respaldo de un presidente, Ángel María Villar, que supo defenderlos en la misma circunstancia, que no fue otra que ganar lo que ningún otro había podido ganar nunca. Por eso, los cañones apuntaron y apuntan hacia quienes vencen, hacia aquellos que conquistan la gloria con artes limpias, con métodos respetables, con conocimiento profundo. Ambos echaron mano de la sabiduría propia y de la calidad de sus futbolistas, sin duda, los mejores del mundo. Y hallaron también la complicidad de un presidente que supo comprender sus situaciones desde el prisma del exfutbolista y desde su experiencia directiva. Si alguien vence a Del Bosque en frialdad, ese es Villar.

Por eso, cuando se levantan algunas voces contra el buen ambiente de la Selección, no persiguen a Del Bosque ni a Casillas. Es a la Real Federación Española de Fútbol a la que se pone constantemente en la diana; si se equivoca Iker, si falla goles Diego Costa, si se retira Xavi, si perdemos un partido, la culpa tiene destino: la Real Federación Española de Fútbol y su presidente. Si un árbitro no pita un penalti, si una amarilla se convierte en roja, si llueve o truena como si hace sol, ahí está siempre a mano para culparla del derribo de las Torres Gemelas. La RFEF es el chollo insuperable para las críticas de vagos, inútiles, desleales y resentidos. Mientras sigamos clasificándonos, que la diversión prosiga.