16 Nov, 2005

Prohibido perder

No nos engañemos. España juega la repesca porque no ha sabido clasificarse antes. Se han cometido errores considerables y creo que la culpa reside en la selección de futbolistas de Luis Aragonés para las alineaciones, en los cambios mal hechos durante los partidos y la falta de un criterio firme para decidir nuestra forma de juego. Los futbolistas, por si acaso, no quedan exentos de responsabilidad pues son ellos los que llevan el peso del equipo.

Considero que Sergio Ramos es el defensa central titular junto a Puyol a pesar de que Luis no lo piensa. En el medio, con Xavi, yo no alejaría jamás a Iván de la Peña porque su capacidad para servir pelotas de gol entraña un flujo de fútbol que ahora mismo nos falta. Creo que Raúl y Torres no son la pareja de ataque si no tienen detrás un media punta que sepa enganchar la zona de creación con el olfato goleador. Y creo que el equipo, en general, no ofrece ese compromiso que se advierte a veces en algunos clubes.

Cuando veo a los argentinos o a los brasileños vivir el espíritu de la selección siento una profunda envidia. El hambre de país que tienen nos muestra nuestra carencia más razonable. La Selección, salvo casos honrosos y excepcionales, sólo significa un escaparate para el lucimiento personal. La herencia de los Michel, Zubizarreta, Hierro y compañía nos dejaron un fútbol mercantilizado, carente de sentimientos, lleno de egoísmos y distante del sentimiento popular. Pero que tengan cuidado estos gachupines del balón porque la Selección interesa y vende. La muestra es bien sencilla: contra San Marino, TVE tuvo más de ocho millones y medio de espectadores, superando todos los récords de Fernando Alonso en la consecución de su título.

Que ni se les ocurra dejar a España fuera del mundial, de un campeonato al que asistirán equipos como el de Trinidad-Tobago, sin ir más lejos. Que estos muchachos saciados de gloria y clientes de lujo de la Caixa Galicia de turno o cualquiera de sus hermanos financieros no jueguen con los sentimientos de todo un pueblo, con los corazones de un país. No se imaginan la que se les viene encima si no cumplen con España. Y Luis, ya sabe donde va. De cabeza. Se pueden vaciar los estadios