Florentino Pérez ha empezado a conocer el lado amargo del fútbol. Es cierto que ha gozado durante casi tres años de la felicidad del cargo, de los triunfos precisos, de las victorias que necesitaba en cada momento. Ahora, la amargura le ha llegado en el primer año en el que el vestuario se ha enfrentado al poder presidencial. Florentino ha tomado dos decisiones razonables y razonadas, es decir, que tenía argumentos para hacerlo y los ha usado. Sin embargo, la verdad de las cosas no se ha dicho. Pérez Rodríguez ha recurrido al argumento diplomático cuando no había razón para ello. Bastaba con decir lo que pensaba. De Hierro no ha querido decir que la noche del domingo pudo en duda la autoridad presidencial y que es una actitud intolerable. Ha preferido esconderse en que la edad y los últimos meses han sido determinantes. No. La verdad es que Del Bosque consintió la rebelión del vestuario con el capitán a la cabeza, y por eso remató su no renovación, y Hierro apuró en exceso lo que creía que era el vestuario: un grupo omnipotente e intocable. Ahora, con la llegada de Queiroz me asalta una duda estrictamente deportiva. El portugués ha brillado en el fútbol base pero nunca en el profesional. Debe tratar con los amotinados, si bien todos saben ya quién manda porque el recado llegó directo hasta las duchas del Bernabéu. Y una incógnita. El Madrid necesitaba un entrenador que trabajase más los aspectos defensivos (por eso pensó en Irureta). Queiroz ha entrenado este último año al Manchester United, pues ya sabemos que sir Alex Fergusson actúa de reina madre en Old Trafford y para ello tiene un entrenador táctico y técnico específico. Ahora bien, ¿saben ustedes cual es el único equipo en Europa que defiende peor que el Real Madrid? En efecto, el Manchester. Puede ser la gran paradoja. Y, después de todo este circo bien amenizado por Jorge Valdano, empiezo a intuir que Florentino busca nuevo director general. El que ha tenido hasta ahora, a trescientos millones de las queridas pesetas por año, todavía no le ha resuelto ningún problema. Que manda Trillos.