Mediaset ha lanzado el primer órdago y no se puede cuestionar que sus planteamientos se encuentren razonables y razonados. José Javier Santos, periodista de reconocida carrera y director de deportes del grupo, y de Tele5 en particular, abrió brecha con unas manifestaciones contundentes, tan razonables como razonadas, acerca de la exclusividad de los resúmenes de cada jornada de la LFP.

La cuestión no es casual y responde, en realidad, a los planteamientos del RDL 5/2015, de 30 de abril, sobre comercialización de los derechos audiovisuales del fútbol profesional. Este texto normativo, tramitado sobre la base del rodillo de una mayoría absoluta que no se corresponde hoy en día con la verdad social española, ha sido consecuencia de la suma de intereses entre el presunto Estado de Derecho y la iniciativa privada. Así, TVE ha salido como la gran beneficiada de una hipotética exclusividad que, al final, se ha vuelto realidad.

La colisión entre los derechos audiovisuales del fútbol y el derecho a la información configuran una de las áreas más litigiosas del actual derecho deportivo y no se puede excluir la discusión porque este último es un derecho fundamental consagrado en la Constitución mientras que el otro  responde históricamente a intereses de partido y de Gobierno.  Basta recordar la desafortunada “ley Cascos” de 1997.

El fútbol español ha sido ignorado por el legislador en este Real Decreto Ley, al que se ha hurtado el debate parlamentario y que tan solo consideró la competición  profesional olvidando dos cuestiones básicas y fundamentales, como resultan ser el fútbol aficionado y el derecho a la información.

El fútbol español, en su globalidad, necesita buenos juristas y no malos políticos. Mediaset ha iniciado una batalla que terminará en el Tribunal Constitucional.  Allí dirán la última palabra.