20 Jul, 2021

Carlos García Hirschfeld: “Cada año hay 1.500 dramas familiares… un accidente no los mata pero les cambia la vida”

Chiflis en la Azotea de Madrid365


Adela Rosety en Madrid365 con Carlos García Hirschfeld

Impacto TV le acercó al gran público y, tras años de una carrera periodística blindada por el sello de los grandes grupos mediáticos de este país, Carlos García Hirschfeld hace un repaso de su trayectoria, proyectos personales y profesionales, donde siempre ha primado la labor de informar honestamente, en la Azotea de Madrid365.

A los 11 años dejaste Málaga para instalarte en Madrid, ¿Cómo lo viviste?

Cuando tienes 11 años eres muy consciente de todo y te desarraigan de tu vida, de tus amigos, de tu familia. Madrid es la ciudad de los sueños, aquel que los quería cumplir venía a la capital. Me siento malagueño, gaditano, madrileño, incluso ginebrino; me siento de aquellos lugares en los que soy, aquellos que han aportado y aportan en mi vida. Me siento muy a gusto en cualquier lado, pero para mí Madrid quizás es la ciudad, indudablemente, más acogedora. Nadie te pregunta de dónde eres cuando vienes a Madrid.

¿Cómo fue tener al maestro Hermida como mentor?

A Hermida le admiraba muchísimo desde pequeño. Recuerdo ver con 5 años la llegada del hombre a la luna y creo que para todos los que vivimos aquello Hermida forma parte de nuestro imaginario. A los 12 años me di cuenta de que quería ser periodista. Empecé en la radio y él trabajaba en TVE pero de repente coincidimos en A3. A través de Antonio Izquierdo le pasaron mi CV. Tuvimos una primera reunión muy marciana pero, claramente, nos caímos muy bien.Trabajar con Jesús y que se convierta en tu maestro fue increíble. A mí me ayudó mucho y hoy me sigue ayudando. Yo hoy soy el periodista que soy y el empresario de comunicación que soy gracias a que trabajé con Jesús.

Avanzaste rápido y en el ‘97 ya presentabas ImpactoTV, programa que se vio mucho, ¿cómo lo viviste?

Para mí el cambio fue bastante gradual porque desde que empiezas en la televisión, la gente empieza a reconocerte por la calle, te miran, alguien te pide un autógrafo. Luego el trabajar con Hermida supuso un salto. En el periodismo, lo normal, excepto casos puntuales, es tener una trayectoria de sube y baja. Un día eres amadísimo y al otro no saben qué hacer contigo. El ver esto en otros compañeros me ayudó mucho a vivirlo con más tranquilidad cuando me tocó a mí.

¿Cómo fue?

De repente estaba haciendo un programa que era uno de los programas estrella de la cadena. Tengo la suerte de que mi mujer no tiene nada que ver con este mundillo y eso es una protección para no volverte loco. En el año ‘99 salgo de ImpactoTV hago un programa que se llamó Por la Escuadra y nos pegamos una leche descomunal y de repente me convierto en una piedra en el zapato. Es muy jodido pero pasa.

¿Cómo afrontas los momentos complicados?

Soy muy optimista y eso hace que los momentos complicados uno los viva mejor. Además los que somos empresarios somos un poco inconscientes, si no no haces una carrera como empresario. Eso y el optimismo hacen que sufras mucho menos en los momentos que te va mal. Tener un entorno de muy buenos amigos y una familia ajena a esto hace que los malos momentos sean pasajeros y no les doy mucha importancia.

Ahora tienes tu propia productora, ¿cómo nació?

Llevaba mucho tiempo queriendo ser empresario y nunca era el momento. En 2004 apareció Siro López para llevarme a Telemadrid. Le dije que si me garantizaba un programa de dos años y me permitía hacer mis cosas, me iba con él. Estuve los dos años en Telemadrid y a partir de 2006 me dediqué por completo a La Nuez y la verdad es que soy muy feliz.

Soy un empresario de producción de programas de televisión, de organización de eventos deportivos -principalmente de golf, aunque también he hecho cosas de tenis- y hacemos también comunicación para empresas y comunicación audiovisual. Las tres cosas me apasionan y me parece fenomenal el que algo que te produce pasión personal lo puedas convertir en tu fuente de generación de riqueza o de un sueldo.

Seguridad Vital es un programa que informa y denuncia situaciones de tráfico ¿cómo surge?

La primera cobertura importante que hice, en junio del ‘87, fue un accidente de tráfico horrible en el que eran 45 pasajeros y mueren 38. Jugó un importante papel de manera inconsciente. Eran de una residencia de ancianos de un pueblo de Aragón que iban hacia Galicia y mueren 38 de ellos. Fue una cosa tremenda.

Hace unos años un amigo estaba en un Instituto de Seguridad Vial y me dijo que desde Paco Costas no se había hecho un programa de seguridad vial y que por qué no se lo proponía a TVE. Empezamos a moverlo y tras tres años, en 2009 conseguimos hacer 13 episodios. En 2015, hicimos casi tres años y 133 episodios, y tras dos años de ausencia en 2020 conseguimos regresar a TVE.

¿Por qué la Seguridad Vial?

Me gusta que las cosas que hagamos tengan algo de sentido, que si con el programa tú puedes cambiar algo pues fenomenal. Tampoco yo soy muy partidario de que los periodistas podamos cambiar el mundo porque creo que los que tienen que cambiar el mundo son los políticos con la ayuda de la sociedad, pero los medios de comunicación también debemos ayudar.

¿Cómo está la seguridad vial en España?

En España las cosas están increíblemente bien, pero seguimos teniendo 1.500 muertos todos los años. Son 1.500 dramas familiares, amigos; son muchas personas afectadas a los que un accidente no los mata pero les cambia la vida radicalmente.

¿Qué opinas sobre las nuevas medidas de reducción de velocidad?

Creo que hay mucha polémica respecto a las velocidades a 30 en las ciudades. Hay ciudades como Bilbao en las que ya está todo a 30. En Madrid es sólo a 30 en calles que tengan un único carril por sentido, ¡ahí tú dices “qué locura!”, pero por ejemplo, si tu atropellas a una persona a 50km/h las probabilidades de matarla son muchísimos mayores que si la atropellas a 30 que hay muy pocas posibilidades de que muera o sufra alguna lesión grave.

¿Qué podemos hacer los periodistas para ayudar a mejorar el mundo?

En mi opinión, la información debe ser lo más veraz posible dentro de la honestidad, o sea, la objetividad no existe. Hay que intentar ser veraz y contar las cosas a la gente honestamente.

Tu faceta más desconocida es la de bloguero, quizás, la manera más interesante de conocerte, ¿por qué ese nombre, La Cabra En El Garaje?

La Cabra en el Garaje es, probablemente, la mejor manera de saber quién soy yo, efectivamente, y saber qué opino sobre muchísimas cosas: política, vida, religión, el ser humano en general. Me gusta mucho porque hay veces que escribo cosas que le gusta a un sector de mis amigos y los otros me ponen a parir. Muchas veces alguien piensa que yo opino radicalmente como él y escribo algo que no tiene que ver con ese sentimiento y entonces de repente me escribe “pues me has decepcionado” y yo le digo: “pues no sabes cómo me alegro” (risas).

¿Por qué está “desaparecida” la cabra de tu garaje?

Fue precisamente cuando murió mi suegra. En el comienzo del coronavirus, a las dos o tres semanas, publiqué una cabra en la que yo criticaba a la gente que estaba en trincheras con lo del virus y me dieron leches por todos sitios. Unos me decían que estaba criticando al gobierno injustamente, otros que estaba defendiendo al gobierno y me generó tal malestar que dejé de escribir y llevo como un año y pico sin hacerlo aunque con muchas ganas de volver.