En mi casa siempre hubo pasión por la radio. Nuestro padre Gaspar inicio una saga que ya cuenta en su árbol genealógico con tres generaciones. Mi hermano Gaspar fue el primero en proyectarse al concierto nacional, después unos inicios en los que ya se le veía madera de periodista con un micrófono en las manos. La radio de provincias ya le quedaba pequeña. Con 16 años tenía la ambición del principiante y la ilusión de un juvenil, pero ya aparentaba madurez con un estilo que se haría propio, con un sello inconfundible. Era su forma de vivir la radio. Aunque lo tengo en mi mente todos los dias, la celebración de esta jornada permite recordar su humanidad, su profesionalidad y su amor por la radio.
Manolo Rosety