4 May, 2019

Inventario

Ante el relanzamiento de esta página de nuestro añorado Gaspar, nos pide Adela un autorretrato para que aquellos que tengan la amabilidad y paciencia de leernos en esta época de guasap y tuiter sepan con quién se están jugando los cuartos, que el tiempo es oro: con la debida dosis de pudor, perdonen la discreción, pasen y lean.

Quien firma estas letras es un madrileño de algo más de cincuenta años y los que anduvo a gatas, delineante de profesión, intolerante con la intolerancia, seguidor del Athletic Club y del Real Madrid de baloncesto, amante de su familia y de sus amigos, del cine, la comida, la historia (no en vano es licenciado en Contemporánea por la Complutense), la literatura, la música, la radio y del Carnaval de Cádiz (Juancarlista de los de Aragón Becerra) y aficionado, como ya habrán adivinado, a casi todo tipo de deportes que salgan por la tele, que lo de practicarlos ya es otra cosa.

A Gaspar lo escuché por primera vez cuando Jose María García lo contrató para su programa en Antena 3 de Radio, allá por 1982: en los más de treinta años siguientes he seguido su voz por todas las emisoras en las que estuvo y, cuando la radio lo abandonó (él nunca lo haría), seguí sus escritos a través de esta página a partir de 2004. En el foro que había en la misma por aquellas fechas se nos invitó a participar en un concurso en el que el ganador veía publicado su artículo a primeros de cada mes, tuve la fortuna de que Gaspar escogiera los míos más veces que ningún otro participante aquella temporada y, al final de la misma, obtuve como premios, aparte de los físicos (una foto firmada, un disco y una pluma), otros dos mucho más importantes para mí: conocerle personalmente y la oportunidad de poder seguir publicando artículos en esta su casa, algo que no dejé de aprovechar hasta aquel absurdo día de hace ya más de tres años.

Como dicen muchos de los que se dedican profesionalmente a ello, hablar por la radio, escribir libros o artículos de opinión significa mostrar públicamente tus más íntimos pensamientos, intentar explicarte a ti y a los demás tu visión del mundo: de esta necesidad parte mi afán por la escritura, y en mi afición al deporte encuentro el campo en donde poder expresarme con mayor o menor torpeza (no todos podemos tener el talento de Almudena Grandes). Por todo ello, aunque literalmente solo haya hablado con él cuatro días en mi vida, sufrí su pérdida como la de alguien que ha estado junto a mí durante la mayor parte de mi existencia: la mayor enseñanza que me dejó este amigo fue afrontar la vida con pasión. Aunque tengamos días y días, en eso estamos, Gaspar.

Alfredo Plaza