David Villa, la ilusión del gol.
Desde que se inició en el fútbol, fue una máquina generadora de ilusiones. Brilló en el Sporting, a las orillas del Piles y del Cantábrico, siempre a la sombra alargada y sabia del “Brujo” Quini, y emigró a Zaragoza por tres modestos millones de euros. Luego, por doce millones, lo compró el Valencia y allí se destapó como lo […]